Dios terrible

Raúl Gómez Jattin


El encierro es brutal
sin embargo aquí
me acoge la comodidad
de un pan y un lecho
No tengo nada
de que quejarme
y aunque hubiera
tampoco lo haría
¿Si no me quejo de tener
un Dios terrible en las entrañas
por qué me dolería
de mi encerro?