Estado aleatorio

Corina Oproae


Vivo en un mundo
donde desaparece cada día
una palabra.
Por si fuera poco,
cada noche se lleva consigo
su entero campo semántico.
Se retira del diccionario,
hecho que pasa desapercibido
dependiendo de la palabra.
Después de abandonar el vocabulario,
se aleja de los pensamientos,
de la memoria.
 
La primera palabra en desaparecer
fue morir.
Es una palabra que no se suele buscar
en ningún diccionario.
La siguiente
fue vivir.
Ahora sé que a nacer
le toca ausentarse
y espero impaciente
que las palabras desaparezcan también
de mi recuerdo,
para poder morir, vivir o nacer
según me apetezca.