Falsa religión

Rabindranath Tagore


Quienes en nombre de la Fe abrazan la ilusión,
Matan y les matan.
Hasta el ateo recibe las bendiciones de Dios…
Pues no se jacta de su religiosidad;
Enciende respetuosamente la lámpara de la Razón
Y presta homenaje, no a las escrituras,
Sino a la bondad del hombre.

El fanático denigra a su propia religión
Cuando mata a un hombre de otra fe.
No juzga su conducta a la luz de la Razón;
En el templo levanta la bandera ensangrentada
Y adora al demonio en el nombre de Dios.

Todo lo que hay de vergonzoso y bárbaro a través delas Edades,
Ha encontrado refugio en sus templos…
A los que convierte en prisiones;
¡Oh, oigo la trompeta anunciando la Destrucción!
El tiempo llega con su enorme escoba
Barriendo todos los desperdicios.

Lo que hace libre al hombre,
Lo convierte en cadenas;
Lo que une al hombre,
Lo convierte en espada;
Lo que trae amor
Desde el manantial de lo Eterno,
Lo convierte en prisión
Y con sus olas inunda el mundo.
Intenta cruzar el río
En una barca llena de agujeros;
Y sin embargo, en su angustia, ¿a quién echa la culpa?

¡Oh Señor, eliminando la falsa religión
Salva a los ciegos!
¡Rompe! ¡Oh, rompe
El altar anegado por la sangre!
Haz que el trueno golpee
La prisión de la falsa religión,
Y trae a este mundo desgraciado
La luz del Conocimiento.

  • Versión castellana de M. Antolín Rato
  • Del libro Últimos poemas (Visor, 2008)