Paredes de la prisión de fruta

Joyce Ashuntantang


Querido Dios,
    
   Sólo unas breves palabras
   Antes de abandonar tu vista.

   Me sentí atrapada
   En tu Jardín del Edén
   
   Me diste palabras
   Luego reclamaste mi lengua
   
   Me diste canciones
   Luego guardaste mi voz

   Me diste ojos
   Luego tomaste mi vista
   
   Abriste tus oídos
   Pero sellaste mi boca
   
   Aprendí a caminar
   Pero hacia ningún lado
   
   Me diste hombre
   luego te guardaste su hombría

   A la única persona a quien le importaba
   La maldijiste para siempre.  
  
   Así que no me arrepiento de dejar
   Esta prisión de paredes de fruta  

Atentamente,

Eva


  • Traducción de León Blanco
  • En Prometeo (Revista Latinoamericana de Poesía 91-92, junio 2012)
  • Poesía camerunesa