Poema con casa de uno que no tiene casa

Mauricio Contreras


La olla a presión atragantada de fríjoles,
el llanto de los niños atragantado de hambre,
la madre atragantada de años,
el televisor atragantado de muertos de anoche y otros tantos,
el incesante goteo cayendo al fondo del alma. 

El poema,
una pausa
para conjugar
para conjurar 
los ruidos de la casa.