Primera

Carlos Medellín

Del libro Moradas, 1951


PRIMERA
 
Sueño: 
crece tras este muro 
igual que mi pequeña palma. 
(Y paso por su orilla sin sandalia). 
 
Oigo: 
es su rumor de nube 
que asciende mis raíces 
pero que aún no alcanza 
a cubrirme la voz. 
 
Siento: 
mil estrellas en vuelo 
de abril hacia mi alcoba 
cegando las ventanas 
y las puertas sonámbulas. 
 
Y al ángel que me niega 
digo: 
aquí mi corazón que no es el viento, 
aquí la soledad que no persigo.
 
Para su dulce huerto 
escribo: 
al árbol del amor le dicen trigo 
y apenas es un hombre 
que ha perdido su sombra. 
 
Sueño: 
sin noche vencería su muralla 
y haría de sus labios un esclavo. 
 
Sueño: 
volver el llanto estéril a los ríos 
y no decir su nombre, 
dejar que colmen todos los caminos 
las más hambrientas hojas, 
ocupar en su frente 
apenas el espacio de una abeja, 
y no dejar en pie sobre mi cuerpo 
sino su aliento de humo.
 
Y por último 
digo: 
este muro que casi la contiene como el agua será.