Sobre los imposibles

Raúl Rivero


Para conquistarte
para llamarte la atención
junté versos de Guillén y de Neruda
de Gelman y Drumond
y te escribí un poema. 

Para impresionarte
usé la vida de mis amigos
fragmentos de sus biografías
pedí prestadas insignias, boinas, balas.

Para disimular la torpeza con que visto
el mal gusto que tengo al combinar la ropa
me asesoré con el poeta mas elegante de mi
generación
quien me facilitó camisas, pantalones y
zapatos. 

Para ocultar ante tus ojos
mi tristeza, mi depresión casi constante 
me aprendí varios chistes de memoria
juegos de palabras, frases chispeantes
versos ingeniosos. 

Para demostrarte que era un hombre importante
dejé de ir al trabajo en las mañanas
me hice fotografiar con un viceministro
me encerré dos semanas en mi casa
para hacerte creer que iba de viaje a Europa.

Pero todo fue en vano.

Sé que lees a Guillén, a Neruda
a Gelman y a Drumond
te he visto caminando por los parques
con el poeta elegante.
Me contaron que saliste con mis amigos héroes 
y que a menudo cenas en un lujoso restaurante
con el viceministro que se fotografió conmigo.

Ah este fracaso mío
si te llego a decir que soy mal poeta
si te entrego el poema que te hice yo con mis
palabras
si te cuento mi vida
si llego a ti desaliñado y torpe
si te hablo de mis tristezas
de mi trabajo y mis problemas
estoy seguro de que tampoco me habrías
amado.